BARRUTI, SOLEDAD
Desde cua´ndo el sabor a frutilla se hace sin frutilla, el chocolate no tiene cacao y los cereales del desayuno tienen de todo menos cereal? De do´nde salen los colores de las aguas saborizadas? Co´mo se perfuman las papas fritas? Quie´n inventa los aditivos de nombres impronunciables y quie´n controla que sean seguros? Lo son? Por que´ se habla del azu´car como el nuevo tabaco? Cua´n turbia puede ser la historia detra´s de cada vaso de leche? En si´ntesis, comeri´amos todo lo que comemos si pudie´ramos responder estas preguntas? Con bebe´s y nin~os como clientes predilectos, las grandes marcas parecen decididas a hacer de la comida una experiencia perfecta: pra´ctica, rica hasta lo adictivo y libre de cualquier sospecha. Para lograrlo, cuentan con un arsenal imbatible de aromatizantes, colorantes, texturizantes, vitaminas agregadas, packagings rutilantes y miles de millones de do´lares invertidos en publicidad. Todo parece disen~ado para nuestra comodidad. Pero el precio que pagamos por comer sin saber es muy alto: la dieta actual se convirtio´ en el obsta´culo ma´s grande que deben sortear un nin~o para llegar sano a la adultez y un adulto a la vejez. La Organizacio´n Mundial de la Salud ya advierte sobre esta tragedia. Sin embargo, hay una industria que, a pesar de las evidencias, no parece dispuesta a dar un solo paso atra´s. Que´ hacer entonces? En un viaje que empieza por la mochila de su hijo y la alacena de su casa, Soledad Barruti desnuda la comida ultraprocesada que amamos comer y muestra los laboratorios en los que se trama, los campos y tambos donde se produce, las fa´bricas donde se ensambla y los estudios donde se la embellece. Mala Leche despliega una investigacio´n inquietante pero tambie´n esperanzadora que desanda el camino que nos empaqueto´. Y junto con cienti´ficos, cocineros, agricultores y me´dicos que esta´n haciendo todo lo posible para recuperar la comida real, muestra la manera de volver a estar bien comidos.