SAGAWA, CHIKA
Fue en 2002 que Sawako Nakayasu poeta y traductora japonesa residente en Estados Unidos se encontró con la fascinante obra vanguardista de Chika Sagawa (1911-1936).
El descubrimiento ocurrió durante un viaje a Tokio, cuando Nakayasu aún no sabía nada de poesía japonesa. Resultaba para ella como una página en blanco, un mundo sin jerarquías sobre lo que se debe o no leer según la academia. Con esta distancia, Nakayasu tuvo una experiencia de lectura «pura e inusual» y siguió libremente su instinto.
Leyó de Sagawa por primera vez en un libro sobre el poeta Kitasono Katsue, en que se mencionaba a la comunidad vanguardista de la preguerra: Takiguchi Shuzo, Nishiwaki Junzaburo, Haruyama Yukio y Sagawa Chika.
Entre todos estos hombres, Nakayasu se interesó en la única mujer, la menos difundida. Fue difícil acceder a su obra: desde la edición póstuma de los Poemas reunidos en 1936 (al cuidado del poeta Sei Ito), solo había sido reeditada en 1983. Según afirma Nakayasu, en una primera instancia accedió a los poemas de Sagawa gracias a una joven de dieciséis años que los transcribió en su blog personal.
Lamentablemente, para el gobierno nacionalista japonés de los años 1930, cualquier escritor que no acatara las formas tradicionales de la poesía terminaba por desaparecer del panorama literario. Prácticamente todos los
poetas vanguardistas fueron olvidados durante décadas.
Sagawa murió de cáncer al estómago a los veinticuatro años, en enero de 1936.