JULIE FOGLIANO
Sigue los juegos de un bebé curioso, como todos los bebés, y su viejo amigo, un perro casero y adorable en esta dulce historia contada en verso. Un perro educado y tranquilo que tolera todo lo que su pequeño amigo le hace. Las rimas de Fogliano, perfectas en tono y cadencia, capturan magistralmente el entrañable encuentro entre un bebé con pañales y un perro peludo y viejo en el suelo de la cocina. Las rimas, simples, crean el estado de ánimo de los dos protagonistas: Perro grande/ viejo amigo /en el suelo/está dormido/ La exploración de la secuencia es mutua: ya se acerca/bebé chico/por el suelo/despacito; Termina la historia con los dos amigos durmiendo en el suelo de la cocina. Las ilustraciones de Raschka añaden simpatía y una capa adicional a la narrativa. Incluye diferentes elementos como pies y zapatos en la periferia de la página y los lectores pueden adivinar quién entra y quién sale de la cocina. Raschka refleja el verso minimalista de Fogliano con sus simples pinceladas de acuarelas naranjas, azules y verdes.