RIBAS ALBA, JOSÉ MARÍA
PREFACIO
Capítulo I. TERRITORIO Y ESTADO. MATICES DE UNA RELACIÓN NECESARIA
Capítulo II . EL PUEBLO, EL ESTADO Y LA MULTIPLICACIÓN DE LOS ESPÍRITUS
Capítulo III. LOS CIUDADANOS Y EL TERRITORIO I
Capítulo IV. LOS CIUDADANOS Y EL TERRITORIO II
Capítulo V. TEORÍA DEL PRINCIPIO TERRITORIAL EN ROMA. SUPERACIÓN DEL CRITERIO ÉTNICO. LA PATRIA Y LA CIUDADANÍA
Capítulo VI . LATINOS: DE LO ÉTNICO A LO JURÍDICO. UNA REFERENCIA AL DENOMINADO IUS ITALICUM (DERECHO ITÁLICO)
Capítulo VII . EL ASILO COMO SÍMBOLO DEL PRINCIPIO TERRITORIAL NO ÉTNICO
Capítulo VIII. NACIÓN. LA PECULIAR TRAYECTORIA POLÍTICA DE UNA PALABRA LATINA. GENTES Y NACIONES
Capítulo IX. LA NACIÓN Y EL «NACIONALISMO ROMANO». PRINCIPIO TE RRIT ORIAL. SEPARACIÓN ENTRE EL DERECHO PÚBLICO Y EL DERECHO PRIVADO. LA GERMANIA DE TÁCITO
Capítulo X. NOSTALGIA DE UNA ÉPOCA PASADA. MEMORIA Y MITOS DE LA MIGRACIÓN Y DE LA AUTOCTONÍA. VER SACRUM. EL MUNDUS COMO SÍMBOLO CONSTITUCIONAL
Capítulo XI. CAPITOLIO: LA ORDENACIÓN DEL ESPACIO Y EL TIEMPO. JÚPITER FERETRIO. EL DIOS TÉRMINO Y EL CALENDARIO
Capítulo XII. POMERIUM. LA SANTIFICACIÓN DEL ESPACIO CÍVICO
BIBLIOGRAFÍA
En este libro se propone una tesis original sobre la configuración político-jurídica del Estado romano. De acuerdo con los resultados de la investigación arqueológica más reciente, esta parte de que Roma conoció una forma proto-estatal desde el siglo IX a.C. La fundación de la ciudad, a mediados del siglo siguiente, consolidó y centralizó una estructura política ahora ya plenamente estatal -como otras anteriores y coetáneas del ámbito mediterráneo-. Ahora bien, a diferencia de otros Estados antiguos, Roma logró crear una entidad política alejada en gran medida de criterios étnicos. En este sentido el autor afirma la existencia de una forma pura de Estado, creada con materiales predominantemente jurídicos. El populus romanus, es decir, el Estado, se fundaba en la idea de comunidad: el vínculo de la ciudadanía, civitas, no venía absolutamente condicionado por la pertenencia genética a un grupo humano preexistente, al que el Estado diera forma. Antes, al contrario, era el propio Estado, entendido como comunidad jurídica, la fuente de la identidad colectiva. Por ello es tan relevante el acto de fundación, expresión del Estado como resultado de una voluntad colectiva sostenida en el tiempo.