SABATO, HILDA
Hilda Sabato ofrece en esta obra corta y provocadora una panorámica completa de la formación de las diferentes repúblicas en América Latina en el momento de la independencia de las colonias. Desmontando el mito de los países latinoamericanos como tierras de caudillos autoritarios y de ideas antiguas, presenta una imagen nueva y mucha más cercana al proceso social y político que se vivió en los Estados Unidos al crearse el país unos años antes. Muestra, en ese sentido, cómo los países latinoamericanos se formaron en el Siglo XIX, basándose en conceptos modernos y revolucionarios como el de soberanía popular y superaron las dificultades que conllevó la transición de la colonia a la independencia. Esas ideas contemporáneas, adoptadas por todos los países latinoamericanos, derribando fronteras y diferencias culturales, sustentaron gobiernos modernos que llevaron adelante políticas inclusivas y enérgicas. Una nueva perspectiva, que además ofrece una visión global inédita sobre el tema. En la década de 1820, después de tres siglos de dominio imperial, los antiguos territorios españoles de América Latina se habían desprendido de sus lazos coloniales y habían fundado repúblicas independientes. Al comprometerse con el republicanismo, se embarcaron en un experimento político de una escala sin precedentes fuera de los recién formados Estados Unidos de América. Este libro abarca toda la región y sitúa la experiencia hispanoamericana dentro de una perspectiva global más amplia. Desafiando la visión convencional de América Latina como un caso de modernización fallida, Sabato muestra cómo los experimentos republicanos diferían en la región, pero todos se basaban en la noción radical de soberanía popular: la idea de que la autoridad legítima emana del pueblo. Como en otras partes del mundo, la transición de colonias a estados independientes fue compleja, incierta y plagada de conflictos. Sin embargo, el orden republicano en Hispanoamérica perduró, cruzó fronteras y atravesó distintas geografías y culturas. Sabato desplaza la mirada sobre gobernantes y élites a los ciudadanos comunes y, en ese gesto, rastrea el surgimiento de nuevas instituciones y prácticas que dieron forma a una vida política vigorosa e inclusiva. De alcance panorámico no exento de debate, este libro sitúa a estas nacientes repúblicas en el contexto de un cambio transatlántico sobre la forma de concebir y ejercer el gobierno, y coloca a América Latina en el centro de una era revolucionaria que dio origen a nuevas ideas de ciudadanía.