RIQUELME CSORI, FABIAN
Hasta ahí los hechos. La memoria de los hechos. La rea, la rea, la realidad. Aunque parece que la ficción gemela incómoda de la historia tendría poco que decir, esta primera novela de Fabián Riquelme se permite contradecirnos de diversas maneras. En Olvidarlo todo el personaje principal es y no es Miguel Lawner. La voz que narra, la voz que escuchamos con los ojos, no tiene nombre. Sus contornos parecen no estar definidos, no hay un adentro y un afuera: todo él es el campo de concentración. Pero allí, al borde de la deshumanización, el personaje resiste. Ante la opción de quebrarse en mil pedazos, de humillarse ante los verdugos, una vida se abre paso en toda su potencia posible. Frente al imperio de la muerte y el silencio de los sepulcros, vivir, estar vivo: «El hombre acepta el viento con una mezcla de resignación y respeto, pero se resiste a participar en su coreografía. Pisa con fuerza. Pisa dejando huellas en la nieve. Su cuerpo camina levemente inclinado hacia adelante, con una mano aferrada a su orinal y la otra oculta en el hondo bolsillo de su Montgomery», escribe Riquelme.