SANTIAGO, PEREZ OMAR
Alhué es un lugar en Chile donde nació el diablo, según una creencia mapuche. Y en un vieja mina abandonada, un poderoso brujo encuentra un Nefilim y lo resucita. Para eso necesita sangre de mujeres jóvenes.
Nefilim en Alhué es una pequeña obra maestra. Bajo formas fantásticas, el autor se vale para narrar una alegoría de los sistemas dictatoriales autoritarios en Chile y Latinoamérica. No se trata solo de una historia de zombies, aquelarres, rituales satánicos, torturas, crímenes y violencia [como un film de serie B], sino sobre todo de la ambición del poder humano que termina por transgredir los valores sociales, morales, de la sociedad. El nivel alegórico es más que impresionante. No os cuento la línea argumental, pero si señalo mi fervor incondicional por un tipo de literatura fantástica que no solo entretenga [lo cual es más que una virtud] sino, además, sirva para reflexionar sobre nuestra realidad. Nefilim en Alhué induce al lector, no al olvido, a la mera evasión, sino a la memoria. He ahí su principal virtud.