PEZOA, CAROLINA
El desarme de los lenguajes que Nazca suspende pone de manifiesto el quiebre de jerarquías. Las selas de la intimidad, las consignas y protestas, la ciudad y la intensidad del presente se entrecruzan anhelantes, al borde de una certeza o en peligro. Entre un ya no y un todavía, la escena vacía y en silencio es uno de los extremos del intervalo que permite la palabra: alguien asoma y comienza a decir. La suma de sonidos orienta una imagen, la imagen niega.