SALINAS, GUIDO / CASTRO SEBASTIAN
Santiago de Chile, año 2006, plenos dosmiles, cuando ya habían empezado las sagas Spiderman de Sam Raimi y Batman de Nolan, fantaseábamos con hacer una película de superhéroes local, pero los referentes del género tenían mega presupuestos, estaban colmados de efectos especiales y tenían una estética inalcanzable.
Era un sueño imposible para el cine chileno. Sin embargo, nos dimos cuenta que nuestra precariedad, el no tener efectos, el no tener poderes, no era una desventaja sino que nuestra fortaleza, eso era lo que haría a nuestro héroe único. Y así nace Mirageman, un superheroes sin poderes, un Batman sin plata, un vigilante enmascarado que no tenía nada de los de Hollywood, pero sí tenía un gran corazón. La película tuvo un exitoso paso por festivales y generó un culto que no nos deja de sorprender hasta el día de hoy. El comic que ahora verán es el resultado de ese culto, de esos amigos que lo pidieron y de los amigos que porfiaron hasta convercernos de realizarlo.
Este es el retorno del superhéroe chileno, que en tiempos oscuros, en medio de un país golpeado, vuelve para demostrar que un héroe está más allá de cualquier ideología, un héroe está cuando la gente lo llama...y él escuchó.
Algunos dicen que ya lo vieron; otros dicen que está muerto, lo cierto es que, el superhéroe del pueblo, está de vuelta.
