CONTRERAS GUALA, CARLOS / AGUERO AGUILA, JAVIER (EDITORES)
Si en la escritura siempre resta algo que resiste al querer decir, entonces en toda escritura habrá una suerte de oficina postal que acoge esa correspondencia que no llega a destinatario, pero que tampoco puede ser devuelta al remitente. Una suerte de Dead Letters Office que no albegará literamente letras muertas, pero sí envíos que no llegaron al destinatario, que no pueden ser devueltos al remitente y que apelan a una lectura atenta y vigilante.
En este sentido, siempre habrá envíos pendiente. Siempre habrá un correo, un mensaje que no se alcanzó a aenviar, que se olvidó enviar, que no hubo destinatario y no pudo ser devuelto porque tampoco hay ya un remitente. Destinerrancia de los envíos pendientes y condición de posibilidad de toda legibilidad. Ofrecemos este compendio de envío con la esperanza de que siempre restarán aún otros y que ellos no serán una letra muerta, ni quedarán secuestrados en una Dead Letters Office, ni serán reducidos a ceniza... y aunque así fuese, siempre restarán.