VEGA GONZÁLEZ, MARÍA
Este libro parte de la necesidad de que los profesores sientan su responsabilidad
social como agentes de cambio hacia una sociedad más justa y más respetuosa
con el ser humano y su entorno.
Configurar un contexto que promueva un aprendizaje de transformación en las
aulas de educación superior requiere reflexionar y comprender lo que implica
crecer, aprender y enseñar en una sociedad compleja como la actual.
Es posible que un profesor universitario decida ser un profesional de la educación
con un alto nivel de presencia y consciencia, tener pasión por lo que hace y
ser capaz de comprometerse en conocerse a sí mismo, e intentar ayudar a que
otros se conozcan. Todo ello es importante, pero también reconocer que, para ser
un profesor universitario excelente, además de aprender mucho sobre lo que se
quiere enseñar, requiere aprender sobre el ser humano y su forma de aprender, sin
descuidar la influencia que en el ser en crecimiento tienen los contextos.
A lo largo del libro se aportan herramientas que invitan a la reflexión y a revisar las
creencias que pueden estar impidiendo que el diseño y desarrollo de la actividad
docente respeten el principio de inclusión y aprendizaje significativo para la
transferencia.
Es una constante en este libro el reconocimiento la obra de Bruner y las implicaciones
de su psicología cultural en la educación, resaltando la idea de que no se puede
entender la actividad mental a no ser que se tenga en cuenta el contexto cultural
y los recursos que le dan a la mente forma y potencialidad de desarrollo. El profesor
debe reconocer que las nuevas generaciones no solo deben aprender a gestionar
grandes cantidades de información y a moverse en un mundo tecnológico
de grandes cambios, sino a aprender a tener un concepto de sí mismo como
ciudadano del mundo al mismo tiempo que ha de respetar su identidad local.
Se espera que la lectura de este libro facilite que los profesores entiendan la
importancia de crear y participar en comunidades de aprendizaje profundo,
comunidades en la que se reconozca la importancia de que los aprendices
hagan una reflexión mutua sobre aquello que quieren aprender. La reflexión crítica
con otros es necesaria si se quiere contribuir a que las cosas mejoren. Cuando
los profesores forman parte de una comunidad de aprendizaje orientada a la
transformación pueden reflexionar sobre sus experiencias vividas con otros que,
como ellos, están buscando nuevas formas de hacerse docentes que permitan
avanzar en la equidad y la excelencia en el aprendizaje.