PANCERA, GRACIELA / FERNANDEZ, ELEUTERIO
egún datos oficiales, más de dos mil uruguayos vivían en Chile hacia 1973. La mayoría de ellos eran militantes del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros), que llegaron después del triunfo de Allende huyendo de las persecuciones pachequistas. A partir de la década del sesenta se va trenzando un intrincado nudo histórico en el Cono Sur: golpe de Estado en Uruguay, triunfo electoral de Cámpora y casi de inmediato el surgimiento del terror en Argentina a niveles que dejaron atónito al mundo entero; golpes de Estado en Bolivia, Chile y Perú. Cuando se mira ese pasado es imposible eludir la constatación de que el Cono Sur estaba preñado de acontecimientos decisivos y es en ese marco que podemos comprender el por qué de las hecatombes. El por qué de nuestros errores. El por qué de la alarma del imperio y por lo tanto el por qué de sus acciones genocidas. El libro que usted tiene en sus manos fue escrito veinte años después de que se desataran los acontecimientos, y la reflexión que hacen aquí los autores tiene el valor de la síntesis realizada a partir de la experiencia de decenas de personas, todos sobrevivientes, quienes dieron testimonio de la solidaridad, la entrega y del cómo, por su condición de refugiados que llevaban encima la experiencia de la represión, pudieron evaluar el momento político del Chile de ese año, y muchos tomaron la decisión de partir antes que se produjera el golpe. En base a los testimonios aquí recogidos, la Comisión Rettig reconoció oficialmente la desaparición de uruguayos en Chile. No pretendemos hacer un análisis de los mil días de Allende. Apenas un homenaje y una contribución a la batalla del recuerdo. Como fundadores y militantes del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros), ha sido fuerte la tentación de entrar a fondo en el estudio de ese período porque Chile formó parte importantísima y decisiva en la historia de los tupamaros. Quedará para otra vez.
