GAETE, ALVARO
En avistamientos del ciervo prematuro, un largo poema en verso, una voz balbucea desde el lugar del hijo las afecciones de una madre. La palabra se vuelve entonces el espacio de resonancia de un cuerpo otro que tiembla. Acaso la comunicación sea esto: el temblor que une un cuerpo a otro y luego, en el intertanto, la articulación de un dolor y la escucha de ese quejido. Las cosas se tornan borrosas en ese segundo movimiento. Tiemblan, así, el cuerpo, el lenguaje y la distancia que los separa. Se abre el poema y luego se abisma, narra su propia destrucción.