MOLINA VENEGAS, PAZ
No quiero tu castigo, Señor, apiádate.
No he de volver al mundo con ese traje estúpido.
Pisotearé mis alas de cartón.
Escupiré la muselina barata de mi túnica.
Arrojaré al Infierno mi aureola plastificada.
Y así has de llamarme nuevamente rebelde.
Quiero volver a la tierra como el más oscuro de tus hijos.