SALINAS ARAYA, ADAN
Lo que se encuentra en las páginas sigueintes es reconocimeinto a un espacio intelectual hispanoamericano y especialmente al trabajo de Santiago Castro-Gómez en dicho espacio: a la valentía, al vigor y a la singularidad de las muchas páginas que nos ha entregado. Pero el reconocimiento es una expresión fraterna, no filial, o subordinada, expresa una horizontalidad que es necesario para el dialogo.
Este reconocimiento mutuo como sujetos de un dialógo, es más simple y anterior de la amistad. En este libro no hay ni una reunión de amigos ni un duelo entre enemios; aunque no se han evitado las disputas. Castro-Goméz ha tenido la destreza de afrontarlas direcamente pero sin anularlas, de modo que finalmente el lector tendrá que juzgar sobre ellas.